En el año 2030 no tendrás nada y serás feliz
2030 Sin Riquezas, Felicidad
La frase “En 2030 no tendrás nada y serás feliz” fue presentada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2016 y volvió a ser mencionada en el Foro Económico Mundial de Davos. Según esta predicción, en 2030, la gente no poseerá bienes materiales, pero vivirá en una sociedad donde los objetos se alquilarán a través de drones y otros medios de entrega, lo que supuestamente proporcionará una mayor felicidad.

Esta frase ha generado controversia y ha sido interpretada de diversas maneras. Algunos ven en ella una visión utópica de un futuro donde la posesión de bienes materiales no es necesaria para la felicidad, mientras que otros la consideran una visión distópica donde la gente pierde su propiedad privada y depende cada vez más de las instituciones para satisfacer sus necesidades básicas.
En el contexto de la Agenda 2030, esta frase ha sido utilizada para ilustrar un futuro donde la sociedad se ha adaptado a cambios significativos, incluyendo la pérdida de la propiedad privada y la desaparición de las identidades nacionales tradicionales. Sin embargo, estas interpretaciones pueden ser vistas como una simplificación de los complejos objetivos de desarrollo sostenible que la Agenda 2030 busca implementar.
Sin embargo, parece que ese futuro ya está tomando forma desde ahora. Antes se compraba un disco o cassete y se era dueño de las canciones y del album, ahora se paga por una subscripción, tenemos a nuestra disposición millones de canciones, pero ninguna es nuestra. Desde luego que esto lo podemos extender a toda la industria del entretenimiento, desde Netflix, Youtube, Spotify etc.
Aunque lo anterior no nos puede parecer tan grave y de hecho ya estamos acostumbrados a desembolsar una cantidad mensual destinada al entretenimiento, las cosas se empiezan a poner turbias cuando las nuevas tecnologías nos están condenando. Por ejemplo, la marca de automóviles BMW ya cobra una subscripción mensual a los “propietarios” de sus últimos modelos, para que puedan usar la calefacción de los asientos o del volante. Estos sistemas ya están integrados en el vehículo, pero ahora hay que pagar para poderlos usar una subcripción mensual de 8 USD o 80 USD anual. En el caso de Tesla sucede algo similar al limitar la capacidad de carga de la batería de los vehículos que supuestamente son de las personas que los adquieren, debiendo pagar extra para que pueda liberar toda la carga.
¿Se imaginan ustedes que cuando compraron alguno de sus automóviles no podíamos llenar el tanque de gasolina por completo a menos que pagáramos una cantidad extra que nos lo permitiera?, suena rídiculo verdad… pues es así como están las cosas en los nuevos autómoviles. Por eso es la urgencia de la electrificación, para que las personas no puedan como antes llevarlos con un mecánico o arreglarlos ellos mismos, eso ya no va a ser posible, porque cada pieza y componente del automóvil tendrá un número de serie que deberá de ser dado de alta en la agencia para que la computadora lo reconozca, de lo contrario se corre el riesgo de que el vehículo ni siquiera arranque.
¿Alguien usa la suite de Adobe?, el famoso Photoshop y los demás etcétera… bueno, antes se compraba un disco (o varios discos de 3.5″) y ya era tuyo el software, lo podías instalar en cualquier máquina por ser de tu propiedad. Ahora se paga una subcripción mensual para que lo puedas usar, no es tuyo, solo te lo prestan… ¿Y que dicen de la computación en la nube?, si todos migran para allá, ya nadie tendrá computadoras, solamente serán prestadas por las grandes empresas que ofrecen el servicio. Si en algún momento dejas de pagar una mensualidad te quedarás sin donde trabajar, porque de manera inmediata te cortan el acceso, quedándote con un dispositivo moderno pero inútil y sin acceso a la información. ¿Piensan que eso es injusto?, Pues hay que saber que HP ¡empezó a cobrar una subcripción mensual para que pudieran usar las impresoras que la gente compró!, afortunadamente los consumidores se quejaron y HP se tuvo que retractar de esta medida, eso es lo que debemos de hacer.
Sirvan de ejemplo los casos anteriores de como nos están dejando poco a poco, casi imperceptiblemente estamos perdiendo no solo pequeñas propiedades, también nuestra identidad como individuos y como sociedad. Si no hacemos algo al respecto, la profecía de “El el 2030 no tendrás nada y serás feliz” se cumplirá cabalmente.